Incrustaciones dentales

Las Incrustaciones Dentales en la Clínica Dental Doctoras Gandía

Preserva la funcionalidad y la estética

Las incrustaciones dentales son una solución restaurativa efectiva y estética que se utiliza para reparar dientes dañados o con caries.

Estas incrustaciones se fabrican a medida para encajar perfectamente en la cavidad preparada del diente, restaurando su forma, función y apariencia natural.

A lo largo de las últimas décadas, las incrustaciones dentales han ganado popularidad gracias a su durabilidad, resistencia y capacidad para preservar la estructura dental sana.

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¿Qué es una incrustación dental?

Rehabilita tu boca y sonríe

Una incrustación dental es un tratamiento restaurativo específicamente diseñado para rehabilitar dientes que han sufrido pérdida de estructura moderada, como resultado de caries, fracturas u otros tipos de daños. Esta restauración se realiza de manera personalizada para adaptarse perfectamente a la forma y tamaño del diente afectado.

Por lo general, se colocan en molares, donde la pérdida de volumen es más común debido a la ubicación y función de estos dientes en la cavidad oral.

El proceso de colocación de una incrustación dental implica la toma de impresiones precisas del diente para crear una restauración que encaje con exactitud en la cavidad preparada.

Las incrustaciones dentales se fabrican con materiales resistentes y duraderos, como cerámica o composite, que imitan la apariencia y función natural del diente.

Uno de los principales objetivos de las incrustaciones dentales es conservar la mayor cantidad posible de estructura dental sana. A diferencia de las restauraciones tradicionales, como las obturaciones de amalgama, las incrustaciones permiten preservar más tejido dental, lo que contribuye a la estabilidad a largo plazo del diente.

Ventajas de las incrustaciones dentales

Las incrustaciones dentales ofrecen varias ventajas significativas en comparación con otros tipos de restauraciones dentales, entre las cuales se destacan:

Conservación de la estructura dental:

Una de las principales ventajas de las incrustaciones es que permiten conservar la mayor cantidad posible de la estructura dental sana. A diferencia de las obturaciones tradicionales, que a menudo implican la eliminación de una cantidad considerable de tejido dental sano, las incrustaciones se ajustan a la cavidad preparada sin sacrificar más tejido del necesario.

Durabilidad:

Las incrustaciones dentales están fabricadas con materiales altamente resistentes, como porcelana o cerámica, que son capaces de soportar las fuerzas masticatorias y resistir el desgaste diario durante muchos años. Esto asegura una restauración duradera que puede mantener su integridad y funcionalidad a lo largo del tiempo.

Estética:

Las incrustaciones de porcelana o cerámica ofrecen una estética excepcionalmente natural, ya que se pueden adaptar al color y la forma exacta del diente circundante. Esto garantiza una apariencia dental armoniosa y estéticamente agradable, lo que es especialmente importante en dientes visibles en la sonrisa.

Resistencia a las manchas:

A diferencia de las obturaciones de amalgama, que tienden a oscurecerse con el tiempo, las incrustaciones de porcelana no se tiñen ni cambian de color. Esto significa que la restauración dental conservará su aspecto original y no requerirá reemplazos debido a cambios en el color.

Compatibilidad:

Las incrustaciones dentales son compatibles con los tejidos bucales circundantes, lo que minimiza las posibilidades de irritación o sensibilidad dental después de su colocación. Esto las convierte en una opción segura y cómoda para los pacientes.

Fortalecimiento de los dientes:

Además de reparar el daño existente, las incrustaciones dentales pueden reforzar la estructura dental debilitada. Esto se debe a que su ajuste preciso y los materiales resistentes utilizados proporcionan un soporte adicional, ayudando a prevenir futuras fracturas o daños en los dientes tratados.

¿Qué es una incrustación dental?

Cuidamos de ti

La incrustación dental es una técnica recomendada para aquellos pacientes que presentan daños en sus dientes, pero aún no han desarrollado caries avanzadas u otros problemas dentales graves.

Estas consideraciones ayudan a determinar cuándo es apropiado y beneficioso realizar una incrustación dental, asegurando así un tratamiento efectivo y duradero.

Se suele optar por este tratamiento en las siguientes situaciones:

Cuando hay una caries o fractura extensa que no se puede reparar con una reconstrucción dental convencional.
Si las paredes del diente se han debilitado debido a un tratamiento de endodoncia.
Cuando se retiran obturaciones metálicas grandes que comprometen la estructura del diente.

Sin embargo, no es adecuado optar por una incrustación dental en casos en los que:

El diente ha tenido restauraciones previas.
La forma del diente es anormal.
El diente está siendo utilizado como soporte para una prótesis fija.

Estas consideraciones ayudan a determinar cuándo es apropiado y beneficioso realizar una incrustación dental, asegurando así un tratamiento efectivo y duradero.

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Cada tipo de incrustación tiene sus propias ventajas y consideraciones, por lo que es importante que el dentista y el paciente discutan juntos cuál sería la opción más adecuada en función de las necesidades específicas y las preferencias estéticas del paciente.

Incrustaciones de porcelana o cerámica

Estas son las más comunes en la actualidad. La porcelana es un material de alta resistencia y excelente estética dental. Se adapta perfectamente al color y la forma del diente, proporcionando un resultado natural y duradero. A diferencia de otros materiales, la porcelana no tiende a teñirse y puede mantener su aspecto durante décadas, con una durabilidad de hasta 30 años.

Incrustaciones de oro

Anteriormente eran bastante comunes, pero han perdido popularidad debido a su alto costo y el número de sesiones necesarias para su colocación. Aunque son muy duraderas, su estética dorada puede no ser del agrado de todos los pacientes.

Incrustaciones de composite

Estas incrustaciones se realizan en una sola sesión, lo que las hace más convenientes en términos de tiempo. Aunque inicialmente pueden ofrecer un resultado estético similar al diente natural, con el tiempo tienden a oscurecerse y presentar desgaste y fisuras. Es necesario realizar un pulido cada ciertos años para mantener su apariencia y funcionalidad.

Existen distintos tipos de incrustaciones dentales que varían según el daño en el diente y el área que necesite restauración.

Estos tipos incluyen el Inlay, el Onlay y el Overlay.

Inlay

Se trata de una incrustación que se coloca dentro de la cavidad preparada en el diente, sin cubrir ninguna de las cúspides. Es utilizada para restaurar áreas dañadas de la superficie interna del diente.

Onlay

Este tipo de incrustación abarca una o más cúspides del diente, proporcionando una restauración más extensa que un Inlay. Es utilizada cuando el daño en el diente es más significativo y se extiende hacia las cúspides.

Overlay

Es una incrustación que cubre completamente las cúspides del diente, proporcionando una restauración completa de la superficie masticatoria. Se utiliza cuando el daño en el diente es extenso y afecta gran parte de la estructura dental.

¿Cuándo no se recomiendan las incrustaciones dentales?

Incrustación dental paso a paso

EVALUACIÓN INICIAL

Se realiza un estudio detallado de la boca para determinar el grado de daño en la muela y planificar el tratamiento adecuado.

PREPARACIÓN DE LA CAVIDAD

Se prepara la cavidad de la muela dañada, abordando cualquier problema que haya causado la pérdida de volumen, como caries o fracturas. Esto puede implicar la realización de un empaste o una endodoncia.